Ni las Termópilas, ni Maratón. Tampoco será Stalingrado ni Waterloo. Ni siquiera se parecerá a la batalla del Ebro. Será nuestra propia batalla, nuestro propio conflicto. Será ganar y soñar o perder y morir. Será la Batalla de León.
Aquí no habrá 300 espartanos dispuestos a morir frente a los persas pero tendremos un grupo de jugadores que se dejarán la piel por salir victoriosos. No será Napoleón el que planifique la estrategia a seguir pero Carlos Solar lleva dos semanas pensando por dónde se puede mejorar el rendimiento de esta plantilla. No habrá ciudades arrasadas ni víctimas civiles pero el ambiente que espera a los cántabros podría hacer temblar al más aguerrido de los soldados. Por eso necesitamos ser más valientes que nunca.
Decía Voltaire que “el verdadero valor consiste en saber sufrir” y debemos estar preparados para ello. No va a ser un partido fácil. El ULE Ademar se la juega a una carta. Todo o nada. Asumir que habrá malos momentos y tener la mentalidad necesaria para superar cada una de las adversidades sin bajar los brazos será determinante.
Mary Taylor Moore defendía que “no puede uno ser valiente si le han ocurrido sólo cosas maravillosas”. Lesiones de larga duración, derrotas abultadas, otras inmerecidas, robos arbitrales, cambios de entrenador, cabezas bajas en el vestuario, miradas perdidas… el sabor del fracaso le conocemos y no nos gusta.
Todos los que estamos implicados en este proyecto creemos en este equipo y creemos en conseguir una victoria que nos permita seguir respirando en la División de Honor Plata. Creemos en conquistar León y mirar con optimismo hacia el futuro. Un sabio persa decía que mientras el tímido reflexiona, el valiente va, triunfa y vuelve.
Amigos, os toca demostrar por enésima vez que sois valientes. Yo no me doy por vencido.
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